Miércoles 27 de agosto de 2025
TEXTOS
Carta I de San Pablo a los Tesalonicenses 2,9-13
Recordad, hermanos, nuestros esfuerzos y fatigas; trabajando día y noche para no serle gravoso a nadie, proclamamos entre vosotros el Evangelio de Dios. Vosotros sois testigos, y Dios también, de lo leal, recto e irreprochable que fue nuestro proceder con vosotros, los creyentes; sabéis perfectamente que tratamos con cada uno de vosotros personalmente, como un padre con sus hijos, animándoos con tono suave y enérgico a vivir como se merece Dios, que os ha llamado a su reino y gloria. Ésta es la razón por la que no cesamos de dar gracias a Dios, porque al recibir la palabra de Dios, que os predicamos, la acogisteis no como palabra de hombre, sino, cual es en verdad, como palabra de Dios, que permanece operante en vosotros, los creyentes.
Salmo 138
"Señor, tú me sondeas y me conoces."
¿Adónde iré lejos de tu aliento, adónde escaparé de tu mirada? Si escalo el cielo, allí estás tú; si me acuesto en el abismo, allí te encuentro. R.
Si vuelo hasta el margen de la aurora, si emigro hasta el confín del mar, allí me alcanzará tu izquierda, me agarrará tu derecha. R.
Si digo: "Que al menos la tiniebla me encubra, que la luz se haga noche en torno a mí", ni la tiniebla es oscura para ti, la noche es clara como el día. R.
Evangelio según San Mateo 23,27-32
En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que os parecéis a los sepulcros encalados! Por fuera tienen buena apariencia, pero por dentro están llenos de huesos y podredumbre; lo mismo vosotros: por fuera parecéis justos, pero por dentro estáis repletos de hipocresía y crímenes. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que edificáis sepulcros a los profetas y ornamentáis los mausoleos de los justos, diciendo: 'Si hubiéramos vivido en tiempo de nuestros padres, no habríamos sido cómplices suyos en el asesinato de los profetas'! Con esto atestiguáis en contra vuestra, que sois hijos de los que asesinaron a los profetas. ¡Colmad también vosotros la medida de vuestros padres!"
COMENTARIO
Al igual que en las anteriores denuncias, Jesús llama la atención por la incoherencia entre la apariencia y la realidad.
Entrar en contacto con una tumba producía impureza, por esto, en Pascua se tenía la costumbre de blanquearlas para embellecerlas y señalarlas externamente. A pesar de la belleza externa, por dentro los sepulcros seguían llenos de huesos impuros.
La gravedad de la acusación no es solo que los fariseos, que presumen de pureza, sean una fuente de impureza, sino que logren con sus artimañas, que la gente no se dé cuenta.
A lo largo de la historia de Israel, Dios suscitó profetas que fueron rechazados y asesinados. Los descendientes, desconociendo parte de la culpa, les construyen hermosas tumbas. Jesús les recuerda que la mejor manera de rendir culto a la memoria de los profetas no es la belleza externa, sino hacer lo que ellos profetizaron, de otra manera, seguiremos asesinando espiritualmente a los profetas.
La incoherencia de vida cristiana es un pecado mortal que sigue mancillando la misión y la credibilidad de la Iglesia.
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